lunes, 2 de septiembre de 2013

La era del vacío – de Gilles Lipovetsky

 LA ERA DEL VACIÓ 
El individualismo contemporáneo.
(pp. 79-135)



–  La cultura antinómica.


El capitalismo está desgarrado por una crisis cultural profunda ( modernismo ), esa nueva lógica artística a base de rupturas y discontinuidades, que se basa en la negación de la tradición, en el culto a la novedad y el cambio.

Octavio Paz: “ El modernismo es una especie de autodestrucción creadora, el arte moderno no es sólo el hijo de la edad crítica, sino el crítico de sí mismo “. 

La negación ha perdido su poder creativo, los artistas no hacen mas que reproducir y plagiar los grandes descubrimientos del primer tercio de siglo. Daniel Bell denomina el postmodernismo como la fase de declive de la creatividad artística cuyo único resorte es la explotación extremista de los principios modernistas. 

El marasmo posmoderno es el resultado de la hipertrofia de una cultura cuyo objetivo es la negación de cualquier orden establecida.

Los innovadores artísticos de la segunda mitad del siglo XIX y del XX preconizarán, inspirándose en el romanticismo, valores fundados en la exaltación del yo, en la autenticidad y el placer. La cultura modernista es por excelencia una cultura de la personalidad, tiene por el centro el yo. 
 
La sociedad burguesa introducía un individualismo radical en el ámbito económico y estatal dispuesta a suprimir todas las relaciones sociales tradicionales, tenía las experiencias del individualismo moderno en el ámbito de la cultura.

La aparición del consumo de masas en Estados Unidos en los años 20‘s, lo que convirtió el hedonismo en el comportamiento general en la vida corriente, ahí reside la gran revolución cultural de las sociedades modernas. 
 

La sociedad moderna ya no tiene un carácter homogéneo y se presenta como la articulación compleja de tres ordenes: el económico, el régimen político y la cultura.  
Cada uno obedece a un principio axial diferente. 

1. Orden tecno-económico o estructura social: Regido por la racionalidad funcional, es decir, la utilidad, la productividad. 
2. La esfera del poder y de la justicia social, igualdad en cuanto a medios y  resultados.
 
Todo ello produce una disyunción, una tensión estructural entre tres ordenes basados en lógicas antinómicas: el hedonismo, la eficacia y la igualdad. Renuncia a considerar el capitalismo moderno como un todo unificado.
 

Daniel Bell: El análisis del modernismo debe apoyarse en dos principios solidarios:
 
El arte moderno definido como expresión del yo y rebelión contra todos los estilos es antinómico con las normas cardinales de la sociedad, la eficacia y la igualdad. Por el hecho mismo de esa discordancia es inútil querer dar cuenta de la naturaleza del modernismo en términos de reflejo social o económico. 
  “ La aspiración del modernismo es la composición pura “ Kandinsky.

El modernismo es vector de la individualización y de la circulación continua de la cultura, instrumento de exploración de nuevos materiales, de nuevas significaciones y combinaciones. 
 

El modernismo artístico no introduce una ruptura absoluta en la cultura, perfecciona con la fiebre revolucionaria, la lógica del mundo individualista. Si los artistas modernos están al servicio de una sociedad democrática lo hacen adoptando la vía de la ruptura radical, la vía extremista, la de las revoluciones políticas modernas. 

Las analogías entre proceso revolucionario y proceso modernista son manifiestas: idénticas voluntad de instruir un corte brutal e irreversible entre el pasado y el presente. El modernismo no es la reproducción del orden de la mercancía como tampoco la Revolución francesa fue una revolución burguesa.
 
Daniel Bell: La cultura moderna es anti burguesa, es revolucionaria, de esencia democrática, inseparable de la significación imaginaria central, del individuo libre y autosuficiente.
 
Duchamp: En el momento en que el arte se hace consumo–político, ya no tiene unidad, coexisten en el tendencias adversas. No es partiendo de la unidad científica y técnica del mundo industrial como podremos elucidar la multridireccionalidad del arte moderno.
 
El código de lo moderno es el instrumento del que se ha dotado la sociedad individualista para conjugar la sedentariedad, la repetición, la unidad, la fidelidad a los maestros y a uno mismo, con vistas a una cultura libre, cinética y plural.
 
La preeminencia concebida al individuo en relación a la colectividad y cuyo principal efecto será la desvalorización de lo instruido, el principio del modelo sea cual sea. Ideología individualista que no puede reducirse a la competencia por la legitimidad cultural: No es ni la voluntad de originalidad, ni la oblación de distinguirse lo que explican las grandes rupturas modernistas.
 
  – Modernismo y cultura abierta.


En las artes plásticas el eclipse de la distancia corresponde a la destrucción del espacio escenográfico euclidiano, profundo y homogéneo, construido por planos seleccionados por un contenido y un continente ante un espectador inmóvil mantenido a cierta distancia.
 
“ En las obras modernas ya no se contempla un objeto alejado, el observador esta en el interior del espacio “  Futuristas.
 
Las investigaciones de los modernos tuvieron por objeto y efecto el sumergir al espectador en un universo de sensaciones, de tenciones y de desorientación. Es así como opera el sistema de distancia. Un arte individualista liberado del cualquier convención estética y por ello requiere el equivalente de un suplemento de instrucciones.
 
Con el arte moderno ya no hay espectador privilegiado, la obra plástica ya no tiene que  ser contemplada desde un punto de vista determinado, el observador se a dinamizado, es un punto de referencia móvil. La percepción estética exige del observador un recorrido, un desplazamiento imaginario o real por el que la obra es recompuesta en función de las referencias y asociaciones propias del observador. Estableciendo una primera forma de participación sistemática, el observador es llamado a colaborar con la obra del creador. 
 
La logia profunda del modernismo por mas que sea revolucionaria, sigue siendo isomorfa a la de la sociedad posmoderna, participativa, fluida, narcista.
 

Con la regla de decirlo todo y de las asociaciones libres, con el silencio del analista y la transferencia, la relación clínica se liberaliza y se introduce en la orbita flexible de la personalización.
 
En el arte moderno lo esencial y lo anecdótico son tratados idénticamente y todos los temas se vuelven legítimos, asimos todas las escorias humanas se ven recicladas en la dimensión antropológica, todo habla, el sentido y el sinsentido dejan de ser antinómicos y jerarquizan conforme al trabajo de la igualdad.

 
  – Consumo y hedonismo.

Se acabó la gran fase del modernismo. Hoy la vanguardia ha perdido su virtud provocativa, ya no se produce tensión entre los artistas innovadores y el público porque ya nadie defiende el orden y la tradición. La masa cultural ha institucionalizado la rebelión modernista.
 
Para Daniel Bell el momento en que la vanguardia ya no suscita indagación en que las búsquedas innovadoras son legitimas, en que el placer y el estímulo de los sentidos se convierte en los valores dominantes de la vida corriente. El postmodernismo aparece como la democratización del hedonismo, la consagración generalizada de lo nuevo , el triunfo de la anti-moral y del anti institucionalismo. El fin del divorcio entre los valores de la esfera artística y los de lo cotidiano.
 
El postmodernismo significa asimismo advenimiento de una cultura extremista que lleva la lógica del modernismo hasta sus limites mas extremos, radicalismo cultural y político, hedonismo exacerbado, revuelta estudiantil, contra cultura, moda de drogas, liberación sexual, películas y publicaciones porno–pop, aumento de violencia y de crueldad en los espectáculos, la cultura cotidiana incorpora la libertad, el placer y el sexo.  
 
La verdadera revolución de la sociedad moderna se produjo en el curso de los años veinte cuando la producción de masa y un fuerte consumo empezaron a transformar la vida de la clase media.
 
La era del consumo no solo descalifico la ética protestante sino que liquido el valor y existencia de las costumbres y tradiciones, produjo una cultura nacional de hecho internacional en base a la solicitud de necesidades e informaciones. Arrancó al individuo de su tierra natal y más aún de la estabilidad de la vida cotidiana, del estilismo inmemorial de las relaciones con los objetos, los otros, el cuerpo y uno mismo. El consumo es un proceso que funciona por la seducción, los individuos adoptan sin dudarlo los objetos, las modas, las formulas del ocio elaboradas por las organizaciones especializadas pero a su aire, aceptando eso pero no eso otro, combinado libremente los elementos programados.

El consumo de masas: La oferta abismal del consumo exacerba el deseo de ser íntegramente uno mismo y de gozar de la vida, transforma a cada uno en un operador permanente de selección y combinación libre. 

La sociedad de consumo no puede reducirse a la estimulación de las necesidades y al hedonismo, es inseparable de la profusión de informaciones, la cultura mass-mediática, de la solicitud comunicacional.
 
El modernismo, no es mas que eso, un momento histórico complejo que se rodena alrededor de las lógicas antinómicas, una rígida, uniforme, coercitiva, otra flexible, opcional, seductora. lógica disciplinaria y jerárquica.

Se denomina Sociedad posmoderna  a la inversión de esa organización dominante, en el momento en que las sociedades occidentales tienden cada vez más a rechazar las estructuras uniformes y a generalizar los sistemas personalizados a base de solicitaciones, opciones, comunicación, información, descentralización, participación. La Edad posmoderna en ese sentido, no es en absoluto la edad paroxística libidinal y pulsional de modernismo; más bien  sería al revés, el tiempo posmoderno es la fase cool y desencantada del modernismo, la tendencia a la humanización a medida que la sociedad, el desarrollo de la estructuras fluidas moduladas en función del individuo y de sus deseos, la neutralización de los conflictos de clase, la disipación del imaginario revolucionario, la apatía creciente, la de substanciación narcisista, la reinvestidura cool del pasado. 

Así como el modernismo artístico resulto una manifestación de igualdad y libertad, así la sociedad posmoderna, al convertir en modo dominante el proceso de personalización; la propia religión ha sido arrastrada por el proceso de personalización.

Las reivindicaciones de los grupos siguen formuladas en términos de ideal de justicia, igualdad y reconocimientos social, es una razón del deseo de vivir más libremente por lo que encuentran una audiencia de masa verdadera.

El posmodernismo tiene tendencia a afirmar el equilibrio, la escala humana, el entorno a un mismo, aunque sea cierto que coexiste con los movimientos duros y extremistas. El posmodernismo es sincrético a la vez cool y hard, convivencial y vació, psi y maximalista, una vez más se trata de cohabitación de los contrarios que caracteriza nuestro tiempo. 

- Agotamiento de la vanguardia.
 
El arte imita las innovaciones del pasado, añadiéndose mas violencia, crueldad y ruido.

Daniel Bell: el arte pierde toda mesura, niega las fronteras del arte y de la vida, rechaza la distancia entre espectador y el acontecimiento, al acecho del efecto inmediato.
 
Arte y Artista ya no buscan la invención de lenguajes en ruptura, son más bien subjetivas, artesanales u obsesivas y abandonan la búsqueda pura de lo nuevo. Posmodernismo en el sentido en que ya no se trata de crear un nuevo estilo sino de integrar todos los estilos incluidos los más modernos. 
 

De este modo el posmodernismo obedece al mismo destino que nuestras sociedades abierta, posrevolucionarias, cuyo objetivo es aumentar sin cesar la posibilidades individuales de elección y de combinación. 
 

A principio del siglo el arte era revolucionario y la sociedad conservadora; esa situación se fue invirtiendo con el anquilosamiento de la vanguardia y los trastornos de la sociedad engendrados por el proceso de personalización. En la actualidad de la sociedad, las costumbres, el mismo individuo se cambian mas deprisa, mas profundamente que la vanguardia.
 
De ahora en adelante el arte integra todo el museo imaginario, legitima la memoria, trata con igualdad el pasado y el presente, hace cohabitar sin contradicciones todos los estilos. El posmodernismo se define por el proceso de abertura, por la ampliación de las fronteras.
 
El posmodernismo solo es una ruptura superficial, culmina el reciclaje democrático del arte, continúa el trabajo de reabsorción de la distancia artística, lleva a su extremo el proceso de personalización de la obra  abierta, fagocitando todos los estilos, autorizando las construcciones mas dispares, desestabilizando la definición del arte moderno.
 
El movimiento posmoderno sigue inscribiéndose en el devenir democrático e individualista del arte.
 
" Hay que ser absolutamente modernos, absolutamente uno mismo".
 
El arte de la vanguardia o de la trans-vanguardia esta determinado por la misma lógica del vacío, la moda y el marketing. Mientras que el arte oficial se deja llevar por el proceso de personalización y democratización, la aspiración de los individuos a la creación artística crece paralelamente.
 
El posmodernismo no significa solo el declive de la vanguardia sino la diseminación y multiplicación de centros y voluntades artísticas.


 
Mautizio Catelan


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